Rescatan en Ramos a tres jóvenes secuestrados tras balacera
El operativo tuvo lugar en Ramos Mejía, donde varios móviles policiales encerraron a un grupo de delincuentes que se desplazaba a bordo de dos vehículos en que transportaban a los cautivos.
Los malvivientes abrieron fuego contra los efectivos, que resultaron ilesos gracias al blindado de los patrulleros. Las víctimas fueron liberadas sanas y salvas.
Todo comenzó en alrededores del club Bomberitos, situado en jurisdicción de Lomas del Millón, barrio ramense. En ese punto, varios asaltantes les robaron el coche a tres muchachos y los privaron de su libertad. Tras reducir a las víctimas, el grupo se dividió en dos para viajar en el rodado en que había iniciado el ataque y en el auto de los jóvenes, según informaron fuentes policiales a SN Online.
Una vez alertados de este episodio, varios patrulleros se dirigieron a diferentes puntos de la localidad para montar un operativo cerrojo y dar con los captores, medida que tuvo éxito a partir de un primer avistamiento en Avenida de Mayo y Saavedra, donde uno de los móviles divisó a los vehículos implicados “cruzando a toda velocidad”.
A partir de ese momento, los uniformados persiguieron a uno de los coches -un Alfa Romeo Mito- por aquella arteria principal en dirección a San Justo, cabecera de La Matanza. Sin embargo, al llegar a la esquina de Brandsen, este vehículo “perdió el control, comenzó a dar trompos y colisionó con un poste de luminaria”, de acuerdo a los voceros.
Fue en ese instante que los delincuentes abrieron fuego contra los efectivos desde el interior del Mito: “Fueron cinco disparos en total; cuatro impactaron en el parabrisas delantero del móvil, apuntando directamente a las cabezas de los policías”, detallaron.
De inmediato, los ocupantes del patrullero, un hombre y una mujer, buscaron estar a cubierta de la balacera mientras que el auto de los secuestradores, chocado en su parte trasera, iniciaba otra huida “a través de Brandsen en dirección a la Avenida Don Bosco”.
Tras estrellarse una segunda vez contra otro vehículo de las fuerzas de seguridad, el Mito siguió desplazándose a través de diferentes calles de Ramos Mejía al tiempo que los agresores empezaban a liberar a su víctimas. En simultáneo, los uniformados los seguían a una distancia prudente.
Luego, con la confirmación de que los tres muchachos estaban a salvo, las unidades policiales reanudaron la persecución, que continuó hasta el partido de Ituzaingó, donde los malvivientes lograron eludirlas.
Poco después, la Policía Científica determinó que los disparos efectuados contra los móviles provenían de un arma de fuego calibre 45 de punta hueca. A pesar de la violencia de los impactos, el blindado pudo resistir y los trabajadores, al igual que las víctimas del secuestro, salieron ilesos del episodio.
Fuente: SN Online.com
Todo comenzó en alrededores del club Bomberitos, situado en jurisdicción de Lomas del Millón, barrio ramense. En ese punto, varios asaltantes les robaron el coche a tres muchachos y los privaron de su libertad. Tras reducir a las víctimas, el grupo se dividió en dos para viajar en el rodado en que había iniciado el ataque y en el auto de los jóvenes, según informaron fuentes policiales a SN Online.
Una vez alertados de este episodio, varios patrulleros se dirigieron a diferentes puntos de la localidad para montar un operativo cerrojo y dar con los captores, medida que tuvo éxito a partir de un primer avistamiento en Avenida de Mayo y Saavedra, donde uno de los móviles divisó a los vehículos implicados “cruzando a toda velocidad”.
A partir de ese momento, los uniformados persiguieron a uno de los coches -un Alfa Romeo Mito- por aquella arteria principal en dirección a San Justo, cabecera de La Matanza. Sin embargo, al llegar a la esquina de Brandsen, este vehículo “perdió el control, comenzó a dar trompos y colisionó con un poste de luminaria”, de acuerdo a los voceros.
Fue en ese instante que los delincuentes abrieron fuego contra los efectivos desde el interior del Mito: “Fueron cinco disparos en total; cuatro impactaron en el parabrisas delantero del móvil, apuntando directamente a las cabezas de los policías”, detallaron.
De inmediato, los ocupantes del patrullero, un hombre y una mujer, buscaron estar a cubierta de la balacera mientras que el auto de los secuestradores, chocado en su parte trasera, iniciaba otra huida “a través de Brandsen en dirección a la Avenida Don Bosco”.
Tras estrellarse una segunda vez contra otro vehículo de las fuerzas de seguridad, el Mito siguió desplazándose a través de diferentes calles de Ramos Mejía al tiempo que los agresores empezaban a liberar a su víctimas. En simultáneo, los uniformados los seguían a una distancia prudente.
Luego, con la confirmación de que los tres muchachos estaban a salvo, las unidades policiales reanudaron la persecución, que continuó hasta el partido de Ituzaingó, donde los malvivientes lograron eludirlas.
Poco después, la Policía Científica determinó que los disparos efectuados contra los móviles provenían de un arma de fuego calibre 45 de punta hueca. A pesar de la violencia de los impactos, el blindado pudo resistir y los trabajadores, al igual que las víctimas del secuestro, salieron ilesos del episodio.
Fuente: SN Online.com
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