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Flor, telar y mandala de la abundancia: estafas que se reciclan en clave feminista

Creamos una nueva forma de relacionarnos con el dinero y nuestra abundancia", dice el mensaje de invitación a un "telar" enteramente femenino. Uno que no implica agujas, ni lana ni sabiduría ancestral, si no más bien "un grupo de economía entre mujeres que se regalan dinero para cumplir sueños". O cierto engaño.
Se trata de una vieja estafa piramidal que desembarcó en nuestro país hace tres años, pero ahora volvió a la carga embebida del discurso feminista como método de seducción sororo. El público se renueva y las estrategias de captación, también.

Las invitaciones hablan de poder femenino en acción, de honrarse como mujer y de la economía solidaria, aunque en este caso siempre hay alguien que termina perdiendo.

Es otra reedición del Esquema de Ponzi, la conocida estafa en la que se le paga dinero a los inversores sin que medie la venta de un producto o servicio real, simplemente con el aporte monetario de los nuevos integrantes de la cadena (que todos deben encargarse de conseguir).

La operación se cae cuando no entran nuevos aportantes y no hay modo de continuar con la cadena de pagos. También se la ha llamado "flor de la abundancia", "mandala de la prosperidad", "rueda de la amistad" o "célula de la gratitud", según el país o la provincia por la que circule.

Quien recibió el mensaje de invitación al "grupo de economía donde las mujeres se regalan dinero" fue una estudiante de Comunicación de 25 años de Bahía Blanca, que prefirió no decir su nombre. "Me habló una compañera de la facultad que me invitó a participar. Yo no conocía la modalidad, pero si hay plata fácil desconfío". El telar al que la invitaban prometía que si ponía $1000 de inversión inicial y conseguía a dos amigas que quisieran hacer lo mismo podía llevarse $8000 al final. "Le agradecí y le dije que no disponía de dinero extra para poner ahí. Que es verdad, pero ni que me sobrara la plata la pongo ahí", cuenta.

En la versión moderna, los pedidos de asociación llegan por Whatsapp, Twitter o Instagram, de conocidas y no tanto. A Daniela Marmolini , cofundadora de Chicas Programando y activa twittera, le llegan invitaciones de mujeres teledirigidas por su militancia. "Me dicen que como soy una feminista y voy a marchas tal vez me interese saber del telar. Cuando me niego, borran el mensaje. Me parece súper turbio usar el discurso feminista para esta estafa", dice.

Otra invitación habla de "sentir y saberme abundante en mi proceso de empoderamiento femenino acompañado de amigas, hermanas, vecinas, tías, maestras, abuelas y compañeras". A medida que se van creando nuevos grupos, se necesitan cada vez más personas para completarlos, lo que aumenta las posibilidades de que el mecanismo se quiebre y se pierda dinero.

Alejandra Ruiz, una odontóloga porteña, estuvo cerca de desembolsar 2000 dólares. Pero a último momento, su novio se negó a prestarle el dinero. El telar al que la invitaron era también enteramente femenino, de mujeres de distintos countries de zona norte. El dinero se debía entregar en mano y, al igual que los demás, si se conseguía a dos participantes más podía terminar con esa cifra multiplicada por ocho.

"En ningún momento te lo venden como si fuera un negocio, todo el tiempo trabajan con tu parte emocional. Creo que fui blanco fácil porque me dejé llevar por eso. Me pasaron videos e incluyeron en un chat donde había mucho laburo psicológico, todo el tiempo decían cosas como ´vamos chicas, nosotras podemos porque somos mujeres, vamos por nuestra independencia' y demás blablabla". Hoy se alegra de no haber participado.

Si bien podría entenderse que muchas mujeres ingresan a estos supuestos mecanismos de inversión sin saber realmente que se trata de una estafa, ya hay casos con detenidas en el país. El año pasado fue presa en Buenos Aires una sanjuanina acusada de estafar por 2 millones de pesos en su provincia mediante el método del telar. La captación de clientas había comenzado en su peluquería. En La Rioja, una joven de 21 años hizo lo mismo por un mínimo de 7 millones de pesos. Fue detenida en 2016 por estafa. En ese caso, su "mecanismo de ahorro" pedía 18.000$ como cuota de ingreso.

Jazmín -no es su nombre real- está en "una dicotomía muy grande", dudando si entrar o no a un telar que le sugirió su novio. "Él quiere que me meta porque son todas amigas de su colegio, y ahora mismo está en movimiento. Nosotros lo vemos desde el lado cero espiritual, eso de que las mujeres se empoderan y hacen una economía colaborativa en realidad no deja de ser el clásico mandala".

El monto de ingreso del telar que le proponen es de 1440 US$, una cifra algo extraña que tiene una supuesta explicación en la numerología. Todavía no sabe si va a participar o no. "Podés tener suerte y jugar y ganar, pero el problema es: ¿qué ganas? ¿a costa de qué y de quién? ¿Y de dónde viene esa plata que llega? Tengo gente que me dice que me meta y también mi moral que me dice lo contrario".

En el 2016, la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC) advirtió a la ciudadanía acerca del fenómeno de "la Flor de la Abundancia", por considerar que tiene posibles consecuencias perjudiciales para el patrimonio de los participantes.

Quien haya sido víctima de este tipo de estafa puede hacer una denuncia en su fiscalía más cercana.

Por: María Ayzaguer para La Nación

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