Las patrullas de Infantería imponen su presencia en el conurbano y coordinan acciones con intervenciones municipales
ENTRE TRAJES CAMUFLADOS Y ARMAS LARGAS, LOS EFECTIVOS DE FUERZAS ESPECIALES YA ESTÁN SIENDO OBSERVADOS POR VECINOS DEL CONURBANO BONAERENSE, PARTICULARMENTE EN ZONAS CÉNTRICAS Y ESTACIONES DE TRENES.
Los 800 efectivos policiales de Infantería y Caballería comenzaron a caminar las calles del conurbano bonaerense en las zonas definidas como más calientes en materia delictiva por las autoridades del Ministerio de Seguridad. Están repartidos entre las 18 y las 24, todos los días, en coordinación con los oficiales de las fuerzas federales que ya fueron enviados a los mismos destinos desde octubre pasado.
Si bien los intendentes aún no conocen el detalle de cuántos agentes les tocarán para sus distritos, desde el oficialismo y la oposición ya celebraron la medida. Por caso, Ramiro Tagliaferro, de Morón, la consideró como “positiva” porque “demuestra una vez más la lucha frontal y la vocación de la gobernadora María Eugenia Vidal de trabajar por la seguridad y contra el crimen organizado”.
Por su parte, Juan Zabaleta, intendente de Hurlingham por el Frente para la Victoria, también evaluó la intervención como favorable, aunque estimó que “la Policía bonaerense es parte del problema de la inseguridad”. Y agregó: “Siempre es positiva la presencia de agentes. Nosotros tenemos 90 agentes de Gendarmería y suma mucho a la prevención”. Según datos oficiales de ese distrito del conurbano, en los últimos 40 días aumentaron algunos delitos, como el robo de bicicletas o celulares, pero disminuyeron los delitos violentos.
El protocolo establece que los equipos estarán conformados por grupos de 3 a 4 oficiales en puntos estratégicos y visibles, vestidos de fajina (combate), con portación de armas visibles (cortas y largas) y un rango de visión 180°. La portación de armamento de gran calibre y la vestimenta táctica junto a la postura en guardia, “produce un efecto disuasorio para los potenciales criminales y de percepción de seguridad y ocupación territorial en la población”, detalla el instructivo y agrega: “Es clave en este modelo, que los oficiales cumplan su rol sin distracciones (uso de teléfono celular innecesario, ingesta de alimentos, etc.) y en actitud vigilante”.
Luego remarca: “Su función es preventiva y de cercanía con la población, pero sin ser una policía de proximidad. Por el contrario, se trata de un modelo disuasorio de ocupación territorial y de advertencia a posibles infractores. El fin es otorgar tranquilidad y protección a los vecinos en su vuelta a casa desde el trabajo en el horario comprendido entre las 6 de la tarde y las 12 de la noche”.
Los 800 efectivos policiales de Infantería y Caballería comenzaron a caminar las calles del conurbano bonaerense en las zonas definidas como más calientes en materia delictiva por las autoridades del Ministerio de Seguridad. Están repartidos entre las 18 y las 24, todos los días, en coordinación con los oficiales de las fuerzas federales que ya fueron enviados a los mismos destinos desde octubre pasado.
Si bien los intendentes aún no conocen el detalle de cuántos agentes les tocarán para sus distritos, desde el oficialismo y la oposición ya celebraron la medida. Por caso, Ramiro Tagliaferro, de Morón, la consideró como “positiva” porque “demuestra una vez más la lucha frontal y la vocación de la gobernadora María Eugenia Vidal de trabajar por la seguridad y contra el crimen organizado”.
Por su parte, Juan Zabaleta, intendente de Hurlingham por el Frente para la Victoria, también evaluó la intervención como favorable, aunque estimó que “la Policía bonaerense es parte del problema de la inseguridad”. Y agregó: “Siempre es positiva la presencia de agentes. Nosotros tenemos 90 agentes de Gendarmería y suma mucho a la prevención”. Según datos oficiales de ese distrito del conurbano, en los últimos 40 días aumentaron algunos delitos, como el robo de bicicletas o celulares, pero disminuyeron los delitos violentos.
El protocolo establece que los equipos estarán conformados por grupos de 3 a 4 oficiales en puntos estratégicos y visibles, vestidos de fajina (combate), con portación de armas visibles (cortas y largas) y un rango de visión 180°. La portación de armamento de gran calibre y la vestimenta táctica junto a la postura en guardia, “produce un efecto disuasorio para los potenciales criminales y de percepción de seguridad y ocupación territorial en la población”, detalla el instructivo y agrega: “Es clave en este modelo, que los oficiales cumplan su rol sin distracciones (uso de teléfono celular innecesario, ingesta de alimentos, etc.) y en actitud vigilante”.
Luego remarca: “Su función es preventiva y de cercanía con la población, pero sin ser una policía de proximidad. Por el contrario, se trata de un modelo disuasorio de ocupación territorial y de advertencia a posibles infractores. El fin es otorgar tranquilidad y protección a los vecinos en su vuelta a casa desde el trabajo en el horario comprendido entre las 6 de la tarde y las 12 de la noche”.
Fuente: Primer Plano
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